Nuestra clienta nos encargó el diseño del espacio de día de su vivienda. Un espacio diáfano en el que no sabía cómo distribuir el mobiliario del comedor y salón de la mejor manera posible.

Para llevar a cabo este diseño, partimos del estilo que ya tenía en los dormitorios de la planta alta, un estilo nórdico y elegante.  
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El diseño de la entrada fue la clave para transformar este espacio en algo más acogedor y funcional. Eliminamos parte del tabique de la entrada que obstaculizaba el paso y la vista hacia el salón-comedor. Este simple paso añadiría más luminosidad y sensación de amplitud a toda la planta baja. 
 
Además, la clienta tenía claro que quería hacer una abertura en el salón para tener acceso directo a la terraza exterior. Este fue otro de los grandes cambios que aportaría mucha luz natural a la vivienda, haciéndola más acogedora y espaciosa. 
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En cuanto a la distribución, centramos el comedor en medio para disponer de espacio suficiente de circulación a su alrededor, creando así una armonía entre el salón, comedor y cocina.

Finalmente, la decoración juega un rol muy importante en cada espacio, por lo que diseñamos este proyecto basándonos en el entorno y el estilo de nuestra clienta. Elegimos tonos neutros como base (blancos y beiges) y aplicamos el color liquen en algunas piezas del mobiliario. Asimismo, creamos una entrada delimitada visualmente con pintura en este mismo tono. Esto aportaría una sensación de frescor y sosiego a la vivienda.